Establecida en 2007 para ayudar a los niños que quedaron sin padres después del tsunami, Phuket Sunshine Village ahora alberga a más de 100 niños necesitados, la mayoría de los cuales vienen de un lugar de abuso o negligencia, de hogares con problemas de drogas o alcohol, o donde los padres solteros no pueden hacer frente. La fundación se esfuerza por darles un futuro mejor. Los niños provienen de Phuket y provincias cercanas.
Esta fundación independiente es el resultado de los esfuerzos conjuntos de The Lions Club of Phuket Andaman Sea y Child Watch Phuket, una organización local no gubernamental que se estableció en 2005. Con la ayuda de la Cruz Roja Francesa, la aldea abrió en Koh Siray en 2007.
Los principales objetivos son proteger a los niños del abuso físico, mental y sexual, ayudar y apoyar a los niños en peligro, informar a los niños y a la comunidad sobre sus derechos humanos, proporcionar educación y acceso a servicios de salud pública a niños desfavorecidos y cooperar con otras organizaciones benéficas para beneficio de la comunidad.
La aldea es una comunidad residencial que consta de un edificio principal y 12 bungalows pareados, un área de comedor para hasta 150 niños, casa del gerente, sala de mantenimiento, área de estacionamiento, jardín y un gran patio de recreo. En el edificio principal, hay tres salas de cuidado diurno, oficina de administración, sala de computadoras y biblioteca, sala multiusos para programas de capacitación y entretenimiento, sala de primeros auxilios, lavandería y cocina. Los bungalows están equipados con dos dormitorios, dos baños, sala de estar con cocina, cuarto de la madre y terraza.
Los niños participan en numerosas actividades: deportes, gimnasia, natación, meditación, manualidades, baile, jardinería, cocina, estudios religiosos y sociales, excursiones educativas y divertidas, y muchas horas de juego, además de una fiesta de aniversario anual y celebraciones de Navidad y Año Nuevo, para integrarlos en la comunidad y desarrollar sus habilidades sociales. El personal y los voluntarios les ayudan a aprender sobre la sociedad y la cultura tailandesas y les enseñan sobre los valores familiares y responsabilidades.
Los niños participan en deportes y actividades con la ayuda de empresas locales. Por ejemplo, el Phuket Youth Sailing Club en Ao Yon ha estado trabajando con algunos de los niños durante varios años. Algunos de los niños ahora son marineros expertos y compiten en regatas en Phuket y en Tailandia.